sábado, 31 de octubre de 2009

Cállate la boca!!!!!!!!!!!!


Que estoy hablando yo. Y punto.

viernes, 30 de octubre de 2009

Copichuelas, que no falten.


Qué grande eres, Trecet!!! Pero no es una, siempre hay que sumar, una, otra, otra y la penúltima. Siempre Trecet. Y baloncesto. Aunque, a veces, se maltrate al espectador.

Un plan para el viernes.


El viernes. Momento de reflexión calorífica. Cosas que hacer:
- Flotar.
- Respirar aunque el cuerpo a veces no quiera.
- Escuchar a The Sunday Drivers.
- Ascender.
- Bajar de golpe de nuevo.
- Buscar un gorro blanco.
- Dar la mano.
- Buscar un plan B por si el plan A falla.
- Levantar los meñiques.
- Crujir guitarras.
- Elevar estribillos al cielo del paladar.
- Coger globos, y volver a soltarlos.
- Armonizar gestos.
- Dar volteretas.
- Soñar con un plan C por si el A y el B son una mierda.
- Derretir el espejo en que me miro.
- Desechar fotos que no quiero volver a ver.
- Y todo lo demás.

jueves, 29 de octubre de 2009

La compra de los zapatos.

¿Zapatos? Quien quiere zapatos teniendo pastillitas. Pues eso, zapatos.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Dirge.


Ayer, otra vez, volví a discutir con el hombre de la camisa verde por Dirge, la canción de Death in Vegas. Es toda una muerte. Una muerte anunciada. Quien no quiera escucharla, pues que se joda. Y todo lo demás. El problema es que la discusión fue a las 7:12 de la mañana, y yo iba mucho más cansado que él. En fin. El problema es que ya nada nos produce anormalidad, porque todo es normal, porque todo es mentira. Aunque nadie quiere ser normal.

Entre el cinco y el siete.


No dejo de sorprenderme. De verdad, porque todo es mentira. Hoy me han dicho que en Argentina, en las enseñanzas medias, hace un tiempo (desconozco si ahora) el aprobado era el..........................7. El siete. De verdad. Y da gusto decir sooo en vez de yo. Y viva Calamaro!!! Y viva Argentina!!!

Y viva la Honestidad Brutal!!!

martes, 27 de octubre de 2009

Nocilla Lab.


Primera parte desconcertante. No me esperaba (nunca) un comienzo así para Nocilla Lab. Comienzo de narración sin puntos, sólo comas y más comas. ¿Eso para qué? La verdad es que primera impresión fue de sorpresa. De excesiva sorpresa. La verdadera esencia de Nocilla Lab, el verdadero Agustín Fernández Mallo se muestra en la segunda parte, con esos fragmentos impactantes que tanto relumbrón le dieron por parte de público y crítica. Lo demás sería darle demasiado hilo a la cometa. Lo más llamativo viene en la última parte, cuando el autor se reinventa y se duplica, y sale su cara borgiana y bioycasariana. Crea otro yo, y decide jugar con él. La conclusión que saco es es equivocada, tal vez, pero hay demasiada heterogeneidad en Nocilla Lab. El refrito historicista de las anteriores se vuelve ahora novela de autor, fantasía, ficción y cintas de video. Quizás sea este otoñotan raro, quizás este calor insospechado, quizás sea todo mentira. ¿Qué harías si te encontraras un euro con dos caras? ¿Qué harías? ¿Dudarías de de ti o dudarías de todo? ¿Se pueden repetir dos islas separadas por una gran lejanía? ¿Sería posible encontrar cajas y cajas de ropa íntima? ¿Pluro placer? ¿Escozor emocional? ¿Se puede terminar una novela de Paul Auster? ¿Realmente ocurrió algo en Chernóbil? ¿Mallorca o el Caribe? ¿Alguien recuerda Mundo Obrero? ¿Se puede duplicar un proyecto? ¿Por qué acaparamos fotos en las cámaras digitales? ¿No son muy moñas Belle and Sebastian como para escucharlos en el siglo XXI? En fin, que en la vida, como en la novela, no hay que creerse nada, porque todo es mentira. Y no me creo Nocilla Lab. Y punto.

lunes, 26 de octubre de 2009

500 días juntos.


Cada día, cada minutos, cada segundo, me confirman que todo lo que crees es mentira, porque todo es mentira. El tirón de mi cuello, las macetas que se secan, tus lágrimas. Y viendo 500 días juntos, te das cuenta de que además es imposible. Una mentira imposible. El amor, digo. Si pones en una balanza lo bueno y lo malo de una relación, casi siempre vence lo malo. Lo malo, lo bueno, lo regular. La puta balanza en la que siempre suena una canción de The Smiths, que por algo son el apellido más numeroso en el Reino Unido. ¿Digo Reino Unido o digo Gran Bretaña? ¿Digo desamor o vida? ¿Digo mentira o mentira?

Pero es la vida, esa mierda que siempre sucede, esa canción de The Clash que canturreas y que ni la gente de tu edad se sabe. ¿Pero cómo vas a encontrar a alguien a que le gusten los deportes como a ti, que se infle a gintonics una tarde si y otra también, que sea fanática de AP-R, que vea The Wire con devoción, que no le de vergüenza llevar lo que tiene que llevar, sea lo que sea? ¿Y quién es capaz de hacer los sueños realidad? ¿Quién se sienta con un libro en un parque? ¿Quién llora por llorar? ¿Quién se emociona viendo mates de Jordan? Lo demás, es flexibilidad en la belleza. Y el amor no existe, no te engañes: es un puto truco de marketing.

¿La mejor canción no moña de The Beatles? ¿Ringo Starr? Hay un momento, cuando le quitas las legañas con pasión, que se podría parar el mundo. Pero luego todo se pasa, se mete al cuarto de baño y oyes cosas que no quieres oir.

Y después del verano siempre llega el Otoño. Y que otoño. Y todo lo demás.

Coda: es un delito doblar a Zooey Deschanel. Un delito. Zoeey es Zoeey, y su voz única. ¿He escrito su voz? ¿De verdad?

Gintonic con pipas.


Ayer, con Murcia rebosante de desocupados que se gastan lo que no tienen (como debe ser), al tercer gintonic de la tarde, el primero en Vasundhara, empezó Devendra Banhart a sonar con su Lover. Pero el chino me vendió unas pipas rancias. Menos que el azul salió azul. Azul lover, por supuesto. Y punto.

Esa música.


Pero en esa, no. O con esa. Todo es mentira cuando no te dejan. Y todo lo demás.

domingo, 25 de octubre de 2009

¿Qué día recuerdas más'


Recuerdo que un jueves, a eso de las 13:15, el hombre de la camisa verde me dijo que qué día recordaba más. Yo le dije que se fuera a cagar. Literalmente le dije que se fuera a la mierda. Por julay. Pero luego, a la tarde, con la luna jodiendo la vista a la bahía, empecé a joder la jodienda sin vistas a la bahía. Pues no lo sé, le dije al día siguiente. Pero el hijoputa no se acordaba de lo que le hablaba. El muy cabrón. El muy hijoputa. Pues eso, que todos los días son iguales, pero unos más iguales que otros. O tal vez no. Y qué más da...

La culpa siempre es de la prensa.


Habrá que recordárselo al señor Obama, don Barack, cuando siga aumentando aún más el paro y sigan subiendo los impuestos. Panes y peces: ¿pero cuándo vas a empezar a multiplicarlos, emperador? El emperador está saliendo rana, y la culpa es de la FOX. Siempre la culpa es de la prensa. Y se puede mirar a otro lado. Siempre. Aunque siempre nos quedarán los Nikis. Y todo lo demás.

sábado, 24 de octubre de 2009

Los demonios de Berlín.


Siempre repito que todo es mentira. Pero unas mentiras son más importantes que otras. O quizás no. ¿Cómo empezar a hablar sobre Los demonios de Berlín? No sé, es un pecado intentar juntar unas letras sobre este magnífico libro. Si en vez de ser de Ignacio del Valle el autor fuera un Vargas Llosa o un Pérez-Reverte, hablaríamos de primeras ediciones de 250000 ejemplares o quizás 300000. Un disparate real, como esta vida de mentiras que llevamos. Para empezar, cita a Valéry, cita al abismo de la Historia. ¿Cómo empezar…? Empezaremos por Arturo Andrade, ese CSI del año 1945 que investiga y juega con varias barajas a la vez, porque la supervivencia es una partida en la que nunca sobran comodines. Exlegión azul, exdivisión azul, Arturo Andrade investiga muertes, entra en la Cancillería Hitleriana, mantiene una relación con una alemana y colabora para hacerse con una parte del oro del Banco Central Alemán. Todo es en Abril de 1945, con una Segunda Guerra Mundial agonizante y llena de pus, mentira al cuadrado. Y la diplomacia ya sabemos como funciona. Cuando tengo que hablar de diplomacia, siempre recuerdo lo que contaba el gran Manolo Alcántara sobre las capacidades que debía tener un diplomático (pero teniendo precedentes como los de Matutes y Piqué, o el actual de Moratinos, suena un poco a chiste). El buen diplomático es el que cuando dice si, quiere decir quizás; cuando dice quizás, quiere decir que no; y cuando dice no, es que no es un buen diplomático. Arturo Andrade catapultado ya a uno de esos héroes de ficción que idolatro, se muestra como gran diplomático, como solucionador de problemas y excelente compañero de fatigas. Vamos, un tipo del que considerarse amigo sería como tener una chaqueta llena de medallas de honor. Pero de honor de verdad. Pero el honor no paga facturas y durante la guerra, no da de comer. Y en las guerras hay muerte y dolor pero también mucha utopía. Utopía de cambios. ¿Cambiar algo para que no cambie nada? Y siempre, como bien subraya Ignacio del Valle, hay que estudiar el pasado para conocer el futuro (hoy no hablo del capítulo cuarto de Flashforward, pero tiempo al tiempo).
Y todo eso bajo la cercanía física del Führer, de Eva Braun, y de un grupo de secuaces que en el año 41 creía que todo el mundo hablaría alemán en muy pocos días. Y que al final, cuando se desarrolla Los Demonios de Berlín, en ese abril de 1945, Alemania parecía como una pieza más de la guerra que mantendría la URSS o los USA’s desde la mismísima caída de Berlín. Todo como una partidita de ajedrez, pero cayendo bombas y matando civiles como si no costara. Y la verdad es así. Han pasado unos días, pero ¿quién se acuerda del soldado español Cristo Ancor Cabello Santana que falleció en Afganistán? Su familia. El resto seguimos preocupados en nuestros asuntos, y el sol ha salido esta mañana, y el café cada uno se lo toma de una manera. Y todo lo demás.
Ignacio del Valle también reflexiona la importancia de las sociedades secretas y los círculos que se van cuadrando en el tablero de la Historia. Hasta los comodines que no existen están marcados. Y que suenen violines. ¿Por qué apenas se hace referencia en el libro de 4º de la Eso y en el de 1º de Bachillerato del Putsch de Munich de 1923? ¿No queremos que se estudie o no queremos que se estudie? Las líneas de la Historia hace tiempo que están podridas, pero unas huelen peor que otras. Como las mentiras. Y puestos a imaginar, me estoy imaginando el problema de un ministro de Educación en España en el siglo XXI, y ya me están dando ganas de vomitar. Otro día hablaré sobre este particular, cuando los vómitos dejen una buena señal en el suelo de la habitación de la vivienda en la que soy inquilino catastral.
Y en este contexto, el autor comienza con la trama de la bomba atómica que supuestamente preparaban los nazis y que hubiese supuesto otro final para la Segunda Guerra Mundial, o puestos a hacer de tripas unas buenas morcillas, el inicio de la Tercera Guerra Mundial. Hay mojigatos y julays que celebraron como nadie la caída de Berlín, de esos estertores finales de la guerra, de esas violaciones en masa de los soldados rusos, violando a mujeres alemanas delante de sus hijos y padres, para luego matarlos de un tiro o dejándolos vivir. Se jaleó mucho, y el resto de los Aliados miró para otro lado. Como en la guerra todo vale…La bomba que hubiera cambiado el rumbo de la guerra o que hubiese cambiado el rumbo de la guerra o que hubiese iniciado el renacer de un Führer a punto de suicidarse. En fin. Que cuando hay algo que dispara, siempre hay alguien dispuesto a conspirar, y puestos en una bomba de esas dimensiones, la red de arañas atrapa mosquitos, y, si se pone, los elefantes de Aníbal. Las derrotas en los países las provocan aquellos que van de demócratas guays, de aquellos que un día te abren la puerta y al día siguiente te meten en una cárcel de por vida. Siempre ocurre por lo mismo. Todo se devalúa, y la virtud de un político, por lo general, se encuentra entre el milímetro que separa el papel de su culo. Esa es la virtud de los políticos, de todos esos hijos de puta que sólo piensan en su beneficio personal. Y una vez encementado el suelo, huellas falsas para todos. Puta escoria malparida. Nada de esperanza, o muertos, o al olvido. En fin. Todo el mundo muere de éxito. Ignacio del Valle ilustra sobre las causas de la guerra, pero sobre todo en la manera de ganarla. Cortas las cebolla, empiezas a llorar. ¿Pero por que siempre sigues cortándola? ¿ ¿Por qué no paras y dejas el cuchillo en el mármol de la cocina?
Lo que existe pero no se conoce es lo que más daño puede hacerte, seguro. La anormalidad asusta, por supuesto. Aunque no es idéntica nuestra percepción de la normalidad. Del cero en adelante, hasta el puto infinito.
Y así va la cosa hasta el capítulo 14, Führerdammerung, páginas que son un auténtico manual de Historia, y un final en que se resume la historia del NacionalSocialismo alemán rozando la perfección. Aunque ese Nazismo no es tan distinto del que podemos desarrollar tú y yo cada día, de la misma mierda que respiramos todos los días.
Porque no nos engañemos, no contemos versiones edulcoradas de la Historia para que las madres de los niños no vengan exigiendo justicia poética. El éxito del nazismo fue su derrota. Los teóricos vencedores de la Segunda Guerra Mundial han sucumbido como un pavo en Navidad. El comunismo es un reducto irreal, derrotado en sus paraísos de purgas y asesinatos. Hoy Stalin está olvidado y Lenin sigue siendo una momia que no tenía ni siquiera que haber nacido. El comunismo está más muerto que la muerte. Y punto. Y el capitalismo y el liberalismo defendidos por los Aliados, tampoco hay mucho que decir. Los dos tienen más agujeros que la fachada de la casa de un bosnio hace 15 años. Los vencedores de la II Guerra Mundial han fracasado. Ambos, no nos engañemos, son una puta mierda. Es verdad, tenemos una cierta libertad, pero el Papá Estado viene y nos sodomiza cuándo le da la gana. Y bueno, ¿qué decir de un Estado que cierra periódiocos (¿clausura? ¿se dice clausura?) e ilegaliza partidos políticos. ¿Eso es democracia? No. Eso es una puta mierda de grande como el jodido Everest. Comunismo y capitalismo son las dos caras de una moneda devaluada con la que no podríamos comprar un chusco de pan (bueno, un colín que hace 7 años costaba 30 pesetas ahora cuesta 75 céntimos de euro, en eso sí que hemos avanzado). Por todo eso, coincido con las opiniones de algunos de los personajes de la novela, el nazismo fue el verdadero ganador de la Segunda Guerra Mundial. Hitler se suicidó, Alemania perdió, pero el Nazismo salió victorioso porque su idea triunfó durante años y eliminó el pleno empleo (más de 5 millones de personas en el ascenso al poder de Hitler a menos de 40000 justo al inicio de la guerra). Esos triunfos son los que el pueblo, un pueblo quiere. Evidentemente que hicieron perrerías, pero cada civilización tiene su esvástica propia. Unos se santiguan, otros llevan medias de red, otros consagran los sacramentos del Facebook y así me podría pasar todo un milenio. La bandera, los fondos, los colores: otro puto truco de marketing. El determinismo social/racial, está bastante claro, sobre todo en los 100 metros lisos. Para todo lo demás, el Señor Capitalismo exige tarjeta de crédito, aunque yo me niegue a tener una, ni por tener no tengo cartilla de ahorros, entre otras cosas porque la palabra ahorro no entra en mi vocabulario dogmático. La batalla democrática. Antes he comentado ese déficit democrático en España. Si yo quiero presentarme a unas elecciones me piden miles de firmas. ¿Y eso? ¿Eso no es déficit democrático? ¿Dónde están los padres de la Constitución? ¿Qué diferencia a Fraga de Fidel Castro? Son iguales, uno es el padre de una dictadura y otro un colaborador de otra. En fin, que no. La conclusión es que hay que leer más, y Los Demonios de Berlín es una ocasión increíble, a veces mágica, a veces demasiado real para la gran mentira que vivimos. Y para alcanzar la paz, sigo escuchando a Bach.Y como siempre digo, que suenen violines en honor a Bach, que hoy a Wagner le toca joderse. Y punto.


Coda: Y otro día hablaré de Spengler.

¿Necesitas ayuda?


¿En qué lugar del globo? ¿En cuál? ¿Seguro? 17. Y sigue sumando.

viernes, 23 de octubre de 2009

¿Mal?


¿Bien?
¿Regular?
¿Suspenso?
¿Jodido?
Tú sabrás.

¡Qué reviente Guillermo Tell!


Grande, Rossini, grande. Muy grande. Y encima reestrenan La Naranja Mecánica. ¿Y Ludwig? ¿Dónde está Ludwig? Van, Van, Van...

jueves, 22 de octubre de 2009

Envidiando a Salman Rushdie.


Y no sólo a Azucarman. Perdón, que se me va la pinza. A Salman. A Salman Rushdie. Pero hagamos un mínimo recordatorio. Estos últimos días estoy enganchadísimo al video de Eels, That look you give that like. Eels, como siempre en un pedestal, hay que escucharlos, y volver a escucharlos, y escucharlos. Una y otra vez. Y luego empezar a ver videos. Y resulta que en el último, encima, nos vuelve a aparecer un ángel celestial. Pero no cualquier ángel. El ángel es Padma Lakhsmi, que abandonó a Salman (sin azúcar) Rushdie hace un par de años. Pues eso, que ahora, estos últimos días, al que más envidio es a Mark Oliver Everett. Pero sólo lo envidio esta semana, porque su biografía es de traca. Pues eso, estos últimos días...

¿Esa biografía no es para hacer una serie infinita? ¿Tú podrías vivir después de todos eso?

Hipocresía total.


Es todo mentira. En las empresas, en tu oficina, en tu centro de trabajo. Te utilizan todo lo que quieren. Y un poco más. Y cuando sobras, patada en el puto culo. A la puta calle. Y búscate la vida, y págate las facturas como buenamente puedas. Lo describe el maestro Trecet a la perfección en su blog de Marca sobre la situación vivida por Andrés Montes en su última fase de su última experiencia profesional.
Coda: Excelente la recopilación hecha en SiempreBasket acerca del maestro Montes.
Coda 2: ¿Alguien sigue poniendo en duda que todo es mentira? ¿Alguien? ¿Nadie? (momento Juegos de Guerra). De verdad. La única manera de ganar es no jugar.

Cazando murciélagos.

¿Nada mejor que hacer? Pues la verdad, no. No. Jueves 12 y pico de la mañana. Pues a cazar murciélagos intrusos. El intrusismo laboral es lo peor. Esto no tiene nombre. ¿Qué será lo próximo? ¿El chupacabra?

miércoles, 21 de octubre de 2009

¿Qué estas haciendo en esa esquina?


- Soy una señal de tráfico.
- Estoy jodiendo a mi vecino Salva, con los ruidos, de madrugadas. Somos putas y hermafroditas.
- Soy un picoesquina clásico, de Murcia, de toda la vida. Y que se jodan las expresiones mesa camilla y más cosicas. Picoesquina es ya un estándar.
- Soy el pipí reseco de un borracho que me abandonó el día del Bando de la Huerta. Ya sabes, alcalde, para bandos, el de la huerta. Y lo demás, me importa un pimiento.
- Soy el panfleto olvidado de la última reunión de los focolarinos.
- Soy un esputo infecto.
- Soy la melodía que alguien perdió entre corcheas.
- Soy un pensamiento perdido en busca de una entrada en el Facebook.
- Soy el desecho de una cantera barata convertido en arcilla ladrillaria.
- Soy una maceta en un pueblo tranquilo, de paredes blancas.
- Soy una botella amarillenta que evita los desechos del mundo perruno.
- Soy eso y todo lo demás. Y punto.

- Ah, se me olvidaba lo que no soy. No soy el cuarto hermano de estos tres. Eso seguro.

martes, 20 de octubre de 2009

FlashForward. Capítulo 3.


¿Cuándo ha sido la peor llamada que has recibido en tu vida? Seguro que la recuerdas. Siempre, una imagen, una salida. ¿Merece la pena saber algo que se va al traste? Las visiones de la maldad son insospechadas. Todo trabajo tiene su riesgo, sobre todo cuando han cambiado las reglas. En el capítulo 2 de FlashForward hablábamos de las reglas del ajedrez. Ahora todo es una puta llamada que anuncia tu chaíto. Y si está en alemán, más preguntas todavía. Siempre hay un ramo de flores esperando, como siempre hay un burdel en el que nunca debiste estar. Lo que está por venir, como repercusión de ser el orgullo de papá. La rosa blanca que todo lo quiere resolver, hasta la peor canción de Britney Spears. Y todos los ancianos mienten, porque todo es mentira. No existe el arrepentimiento a posteriori. Eso es una patraña. No existe el arrepentimiento del asesino de buen corazón. ¿Cambiar? A cierta edad, imposible. Nada es tan cierto como que la única seguridad es nuestra absoluta ignorancia. Justificaciones, ninguna. Argumentos, otro día. Maldad, siempre. Anillos dislocados, y hay que fijarse en todo, porque todo es cabalístico. Siempre hay un tiro de gracia hasta para el más desgraciado. La moralidad real es una pegatina de un hipermercado, un anuncio que chirría en una tele sin volumen. No se trata de que el futuro te haga vivir, que tu misión profética, tu día a día, pueda ser verdadero. No importa que sea verdadero, porque todo es mentira, e instalados en la gran mentira ese rayo de luz te parece una odisea opiácea. El futuro es ayer, y el fin es ahora. Y que se rían los cuervos. Y todo lo demás.

Sacando el paraguas.


¿Va a ser verdad eso de que los anticiclones se mueven en el sentido de las agujas del reloj? ¿Y las borrascas al revés? En fin, que id sacándolos. Los paraguas, digo.

lunes, 19 de octubre de 2009

Recuperando a Sally Cinnamon

Si es que ya lo decía Ian Brown, que como los golpes de burbuja, ningunos. Siempre en un tren de la ciudad. El espíritu de Sally Cinnamon.
Y puestos a mentir, porque todo es mentira, azúcar y especias. Y no por ese orden. Mi mundo y Sally Cinnamon, una y otra vez.

El espíritu de Sally Cinnamon.

FlashForward. Capítulo 2.


¿Jugamos a Flashforward? ¿Quieres un nuevo 11 de Septiembre? ¿Un nuevo Katrina? Hay veces que nadie habla de lo que vio, porque simplemente quiere olvidarlo. A veces bueno, a veces regular. Todo cambia, pero a veces preguntar es sólo un error. ¿Qué apareció? ¿Tu mano derecha? ¿Sentimientos? ¿Está bien? En ocasiones, el desastre es la situación habitual, lo cotidiano en la existencia, y el destino aparece como la única vía de escape posible. Y realizar un mosaico, en plan Pompeya, puede ser una solución. Pero depende quien haga la tesela. Y la siguiente pregunta: ¿Y tú que viste? Recordar lo inevitable. La búsqueda de un patrón. Y entonces, la esperanza, llama a tu puerta, independientemente del precio. Aunque a veces, esa experiencia sólo sea un truco de marketing. ¿Hipótesis o realidad? Y se parte del fenómeno programado, de perderse y decir chaíto. Y el agobio atmosferizado, agobio transformado en rutina. Anuncios y llamadas. ¿Quieres qué el futuro se haga realidad? ¿Ventajas provechosas? Nombres repetidos. ¿Y siempre un pastel está bueno?¿La apariencia entonces no cuenta, como si fuera un nombre repetido hasta la saciedad? Y siempre pasa algo en Utah, incluso desde que ya no están Malone y compañía. Siempre pensando en la tortura futura. Y, antes o después, en plan Gregorio Parra, siempre sale la teoría de la conspiración. Nada de efectos visuales, ni de repeticiones historiadas, ni de pistas falsas. Piénsalo bien, hasta lo exageradamente falso puede ser más real que un lunes por la mañana, así que olvídate de las coincidencias calamitosas. Todo es una partida de ajedrez, pero no todo el mundo se sabe las reglas. Y entonces clavas las chinchetas de un futuro marcado.

domingo, 18 de octubre de 2009

El último beso.

Entre la última putada que le han hecho a Barrichello (Rubinho, pobre Rubinho), he estado viendo, otra vez, El último beso, esa joyita italiana que mezcla jodiendas con vistas a la bahía con esos momentos en los que te tienes que plantear el mundo. Todo es mentira. Siempre es mentira. Mentira. Me encanta como dicen los italianos la palabra bastardo. Bastardo. De las frases de la peli, me quedo con dos, que dicen distintos personajes mientras están en un entierro, en una iglesia. La primera, "la auténtica revolución es la normalidad". Revolución de la normalidad. La segunda, "la fidelidad es una utopía". Una detrás de otra. Pues eso, crisis y todo lo demás.

My my my my my my...


Y si Manuela dice que es un día soleado, o luminoso, o iluminado, o como se diga, pues que suene KC and The Sunshine Band. Y zanahorias para todos.

To Sheila.


Cualquier día puede ser muy gris. Pero cuando se te cae el cielo a los pies, de pronto, como salido del paraíso, va Billy Corgan y empieza diciendo que "el crepúsculo se va a pagando". Y, al final, todo es cuestión de gracia, de verdad. Avalon para todos. Y de la envidiada Sheila, mejor ni hablamos.

Momento Logse.


Siempre recordaremos esa ley educativa. Ya nada se puede hacer.

sábado, 17 de octubre de 2009

El cielo tiene que existir.


No se trata de justicia poética. Eso es una milonga del copón. Quien diga eso, nadie, nadie. ¿Nadie se acuerda de Drazen Petrovic? ¿Nadie de Fernando Martín? Nadie se acuerda de aquel domingo por la tarde en que se mató Fernando Martín.

Ra--ta--ta--ta--ta-ta--ta--ta---ta----ta----tat-----at-ata--ta-ta-ta-


Vuelo número 23. Es él. De verdad que es él. Hay mucho julay que me hace la contra en todo. Que os den a todos. Que os jodan, julays. Por el puto culo. Por julays y por hacerme la contra. Hay gente, que además de tonta, es gilipollas. Subnormal, diría yo. Bueno, no subnormal no, que luego se enfadan aún más. Supersubnormal.

Sólo se vive una vez.


22:54 del día 16 de octubre de 2009. Restaurante el Soto. Metiéndole mano, poca mano, al jamón (estaba muy duro el jodío) y me manda el Señor Marqués un mensaje. Me dice que como tengo el cuerpo. Lo tenía bien. Poca cerveza y muy buena compañía. Y no me lo creo. Que no, joder, que no. Que no. Que no. No puede ser que el tipo con el me he ido a dormir durante años, porque la vida puede ser maravillosa, ratatatata, y todo lo demás. Que Andrés Montes, no. No puede ser. Este es el video que más he visto repetido en la vida. Jordan, Jordan, Jordan, me llamo Michael, Michael Jordan, como Bond, James Bond.

Ratatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatat!!!!!!!
Y veo el Twitter de Daimiel. Me cago en la puta.

Porque la vida es así. El talento bajo sospecha. Y las bodas. Cualquier boda empieza mal. Y todo lo demás. Y la historia de la panza la pongo dos veces porque si. Porque sale del intestino, joder.
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Y calabazas, calabazas para todos. Todos necesitan calabazas. Porque nosotros estamos acostumbrados a que nos odien las mujeres. Estamos acostumbrados. Y una panza para todos.

Y los langostinos. Langostinos para todos.

Si la vida hubiera sido justa, estaría desde hace años viviendo en Indiana. En la Indiana de Indiana.

Aunque al final es todo mentira. Absolutamente todo.Y un fraude. La vida es un puto fraude. Tambores de guerra y todo lo demás.

Pues eso, que hay que aguantar. Esto es una lucha, una aventura, todo es mentira, pero en fin, es lo que hay. Y nos vamos. Un clásico.

Pues eso, que viva la Pantera Rosa y todo lo demás.

La conclusión es que no hay conclusión. Que cada uno tiene una bala, una jodida bala esperando. El peinado de Jesús. Ya sabes, nadie mejor que Triángulo de Amor Bizarro. Morir en la cruz otra vez. Y punto.

viernes, 16 de octubre de 2009

¿Se permiten las alegrías?


Hasta que las quiten, sí. Adoraciones intermitentes, y si entra la luz, que entre. Y si no, pues también. Ya puestos, aprovechemos la calavera hasta los huesos. Y que arda el mundo entero.

¿Gris? ¿Qué es el gris?


Chupar. Mamar. ¿Estamos locos? Habrá que decirle al 10, que aunque no sea una persona cualquiera, deje ese rencor, que se olvide un rato, que las cenizas siguen quemando, que les ponga un poquito de agua, que recuerde su pasado más reciente. Todo tiene su momento, pero mañana sigue saliendo el Sol. Con Maradona y sin él. Y punto.

jueves, 15 de octubre de 2009

¿Y tú por que no vas de negro?


Se hizo oscuro y ya nunca aclaró. Una cosa es escampar y otra muy distinta blanquear. Y a ciertas edades sólo queda ser fiel a una idea. O a lo que sea. La ira, la venganza y todo lo demás. ¿Razones? Vaya usted a saber. Y punto.

Se ha llenado todo de dolor.


Y mira que es feo ese color, joder. Hay que acostumbrarse a decir, viniendo a novela, o sin venir a relato, lo que primero se nos pasa por la jodida cabeza. Que la gente se entere. Ya era hora de escuchar y ver las canciones de Linda Guilala. Pues eso, a recuperar el espíritu de Juniper Moon, porque, aunque no quieras, volverás. Y punto.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Alhama de Murcia.

Resulta que llegue a Alhama de Murcia, hace un mes exactamente, y me encontré con este mensaje, que no todo van a ser jamones y lomos, joder. La verdad es que está currado. Es bueno tener ideas, es bueno tener pensamientos, pero lo más jodido es materializarlos. El primer pensamiento, y las iniciativas y todo lo demás. Sólo un mes, y estoy cansadísimo, y casi sin voz. Y todo lo demás.

Ha vuelto.

El hombre de la camisa verde con su camisa verde. Con una de sus camisas verdes. Menudo crack. Y hablando a través de los cristales. Ha vuelto. Aljucer city is... Pues eso, que hoy es miércoles, día de reflexión. Y punto.

45% de share.


¿Qué estabas haciendo el día 12 por la mañana? Pues yo, cortar romero, corta el seto mientras me acribillaban los mosquitos. Pero un montón de españoles, y de españoles de adopción, estaba viendo el desfile de marras. Viva el Duque de Ahumada y todos los demás. Audiencia bestial. ¿Por algo será?

¿Perder el tiempo?


Hay gente para todo. De verdad. Aunque ya no me sorprende. Esto es el siglo XXI. Sangre para todos, entonces. Que Satán nos pille confesados, digo yo. Y todo lo demás.

¿Maldita?

¿Por qué maldita? ¿Maldita? ¿Maldita? ¿Por qué es maldito alguien que se apasiona con los vampiros? ¿Acaso el Drácula de Bram Stoker no es una obra maestra? ¿Lo pone alguien en duda? ¿O True Blood? ¿O los mosquitos carmolitanos? ¿No os apetece un hijo como Tim Burton? ¿Seguro? Pues que vivan las maldiciones.

martes, 13 de octubre de 2009

Breaking Bad. Primera temporada.


He terminado de ver la primera temporada de Breaking Bad y tengo la sensación de un átomo perdido en medio de ninguna molécula. Bueno, no sé si eso es químicamente posible, pero me la suda. Que cada perro se lame su pijo. Y punto. Bueno, a lo que iba. Que esta serie no deja títere con cabeza, y como Zoilo con sus alumnos de Ciudadanía, hace reflexiones. Reflexionemos un rato, que no lo hacemos lo suficiente. Bueno, la mayoría de veces no lo hacemos. Porque reflexionar cansa, y es una putada gastar neuronas. Pero debemos hacerlo. Pues eso. Profe de química, vida gris, hijo medio cojo y que habla como si llevara un camión de chinarro en la boca. Más que vida gris, todo en su existencia es una órbita grisácea, pasando entre planetas radiactivos y satélites putrefactos. Cuñado en la DEA, y, además, gilipollas. Cuñada amante de lo ajeno, roba lo que primero pilla. Y en esas, empieza una tos sangrante. Bueno, más que una tos, un puto cáncer de pulmón. Dos años de vida, le dicen. Te pueden quedar dos años. Si a ti te dicen que te queda equis tiempo, ¿qué puñetas haces? ¿Luchas? ¿Te dejas llevar? ¿Estás dispuesto a vomitar la quimioterapia? ¿Dispuesto a mear sangre una vez si y otra también? ¿O no? ¿Estás dispuesto a ser calvo de una mañana a otra? ¿Estás dispuesto a que se adueñe la pena y la compasión de tu insincera familia? ¿Estás dispuesto a renunciar a tus pequeños placeres? ¿Sean los que sean? Es como intentar explicar el Eclesiastés en una sociedad como la del siglo XXI. Primero yo, segundo yo, tercero yo. Y todo eso cuando va a ser padre por segunda vez en pocas semanas. El bueno de Walt comienza una catarsis apocalíptica que le hará realizar actos anormales, creando asombro en su cada día más perpleja unidad familiar. Y un día decide irse con el cuñado a hacer una salidita con la DEA, y ve a un exalumno y decide cocinar metanfetamina para pagarse el carísimo tratamiento de quimio (siempre la cambia el Word por quicio, menudo sarcasmo [¿o será una asociación de ideas]). Breaking Bad me recuerda momentos concretos de Weeds, de American Beauty (la peli, no el disco de The Grateful Dead), de Rojos de tito Warren Beaty, de A dos metros bajo tierra. Es la tragedia del día a día. Y cuando uno se sumerge en la tragedia, sólo puede replanteárselo todo, y te hace meterte en preguntas sin respuesta. Porque una célula no sigue un comportamiento normal. Es vida, y es muerte. Y cocinar metanfetamina, y comercializarla, lleva varias vidas llevadas al extremo. Y todo lo demás.

El tío Calambres.


Dice Don Rubén Castillo que hay darle un pequeño homenaje a las corbatas de Luis Aguilé. A mí, o como dírían los chicos de la Eso, "ahmí", lo que más miedo me daba eran sus cejas y su flequillo. Y, no nos engañemos, soy muy viejo de espíritu para conciliarme con la música de este argentino.
Coda: De regalo, aparecen Joaquín Prat (el más grande, ¡a jugar!!!) y Laura Valenzuela. Pues eso, a jugar se ha dicho.

lunes, 12 de octubre de 2009

Póngase de pie, porque lo digo yo.


100 palabras. Estoy yo como para pedir una redacción de 100 palabras. En fin. Siempre nos quedará el pienso para el perrito. Para el puto perro. Y Mozambique. La importancia de Mozambique. Y todo lo demás.

Moñas.


Hay gente que me dice que U2 no son moñas, sino que es una de sus múltiples caras. Pues será una de sus múltiples caras moña. Una de tantas. Y, por cierto, una cosa es una cosa, y Bono (el irlandés, no el de aquí) se merece el Nobel de la Paz mucho más que Barack Obama. ¿No se lo habrán dado por llamarse Barack? Cualquier cosa. Yo creo que se lo juegan a los dados. Esto de los premios es un cachondeo, casi siempre. Aunque Borges se tiene que estar riendo mucho con Bioy Casares, entre el cielo y el infierno, por supuesto.

Las moscas y El Carmolí.


Me han vuelto a comer. Nos han vuelto a devorar. Las moscas, los mosquitos, helicópteros varios y bichos aún más raros. Hago, impenitente, un llamamiento a quien corresponda, a la Alcaldesa de Cartagena, al concejal o concejala de turno, que fumiguen todos los días. Ya sé que esto no es la Mar de Músicas, y que es un reducto veraniego, pero una cosa es una cosa y un mosquito carmolitano casi un arma de destrucción masiva. Por cierto, no encuentro Las moscas de Alberto Cortez, que a mí Serrat ni fú ni fá, y es la segunda vez que lo hago aparecer por aquí. En fin, que se le va a hacer. Y punto.

domingo, 11 de octubre de 2009

Cebolla y cristal.


Adelgazamiento de la base política del régimen, como si estuviéramos hablando de la muerte de Prim y Sagasta. Pues a rezar se ha dicho.

Los perfumes.


Pese al estado lamentable de mi nariz, sigo quedándome con los olores. Y hoy era día de perfumes. Iglesia repleta de individuos e individuas (Aído, siempre, Aído), de hombres y hombras, que, vestidos como nunca e idiotas como siempre, rebañeando un rato, iban a los cinco bautizados con su hortera presencia. Y todo un batiburrillo de olores me entra por la pituitaria. ¿Es que no conocen que el perfume ha de ser bueno y utilizado en su justa medida? Esto es una vergüenza, y de las buenas. ¿Por qué todo esto? En fin, que todo es mentira. Hasta los olores. La próxima visita a la Iglesia, sábado o domingo (este año paso de Pili, que quede claro), me llevo una pinza de tender ropa y me la planto en la napia. O imito a Gemma Mengual con una de esas de natación sincronizada. Qué asco. ¿Puedo vomitar la mezcla de perfumes? En fin. Aunque siempre nos quedará Zoeey Deschanel. Y todo lo demás.

El concierto de Nacho Vegas.


Segunda vez que veo a Nacho Vegas en directo, y me dejó como la primera. Aunque uno sabe a lo que va. Se trata del Bob Dylan español, de eso no hay duda. Pero es que a mí Bob Dylan. Ante un público demasiado entregado (aplaudiendo antes del tema, incluso), siguió con su rostro inexpresivo, en plan pastilla de jabón. Y un volumen altísimo, buscando tímpanos sangrantes. Miss Carrusel, Morir o matar y El hombre que casi conoció a Michi Panero fueron momentos altivos en una noche demasiado fácil para Nacho Vegas. A un tipo con ese talento hay que exigirle mucho más, creo yo. ¿Dónde la canción de Isabel? ¿Por qué no sonó? ¿Dónde la Añada de Ana la friolera? ¿Dónde El Jardín de la Duermevela? En fin. Que noviembre llegue ya, digo yo. No sé si es que el mundo está más burgués que muerto, o al revés. Gente de veintitantos haciendo el viejo. No sé si está bien. Quizás el equivocado sea yo. Será eso, que no entiendo la poesía hecha música. Ni nada de nada. Menos mal que hubo previa en el Zalacaín con don Antonio y don Sergio, y vimos la primera parte del equipo de Campos, ese Real Murcia a la deriva, en el Togo. Una cosa es ser muy bueno, y otra cosa demostrarlo al 100%. Necesitamos siempre el 110%. Conformarse con lo casi máximo no vale. Es la historia de siempre, lo que tanta gente le achacaba a Xoel López (Deluxe). La misma historia de siempre. La historia del rasero indipendiente. En fin. ¿Dónde ponemos el listón?

¿Democracia?

¿Democracia?
¿Democracia?
¿Democracia?
¿Dónde está la democracia?
Vaya una sarta de mentiras.
¿Y qué hace la Unión Europeas?
¿Se puede mirar a otro lado?
Mierda sobre mierda.

Aljucer y la crónica de sucesos.

Es que siempre es así. Siempre es una puta mierda. Aljucer sale en la prensa por lo que sale. Dramas, dramas y si sobra algo, otro drama. Pues vaya. Que cambie algo para no cambie nada. Y punto.
Coda: Vaya una manera de que se larguen 17 años.

sábado, 10 de octubre de 2009

Destino 1 de noviembre.


Esto es todo mentira. Miro el calendario y veo que el día uno es domingo. Ni fiesta ni nada. Todo es mentira. ¿Por qué no se puede celebrar el 2? En fin, cosas de cementerios.

viernes, 9 de octubre de 2009

1,7.


Hay veces que te dejan con el culo al aire. Que si. No merece la pena calentarse la cabeza. Ni con fuego, por supuesto. El sistema es una puta mierda. Pero es el sistema. Tienes que adecuarte a la mentira. Puesto que todo es mentira, hay que seguir dándole hilo a la cometa, hay que seguir estirando el chicle, hay que seguir esperando que te sirvan el último mientras en la mesa de al lado ya están tomando el postre. Y el sistema educativo cada día da más asco. Con lo fácil que es dar una clase con un mapa, una tiza y una buena pizarra. Sin milongas. Pero no. Ahora hay que inventar todo. Absolutamente. Y olvidarse de las calificaciones. Porque calificar es juzgar. Y tú puedes ser un juez en un pueblo olvidado del mundo. Pero por encima de ti hay un tribunal provincial, un tribunal regional, un tribunal nacional, un tribunal internacional. Y no nos engañemos, un 1,7, ahora, y siempre, es aprobado. Viva la mentira!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

El espíritu de Brigitte Bardot.


Hoy toca el Sena. Beberse el Sena. Ya acabado el Sena habrá que buscar en condiciones la Isla de Francia, y buscar bien el asunto. Nada como remover la Isla de Francia. Y punto.

¿Necesitamos otro Concilio?

"Si alguno dijere, que el hombre se puede justificar para con Dios por sus propias obras, hechas o con solas las fuerzas de la naturaleza, o por la doctrina de la ley, sin la divina gracia adquirida por Jesucristo; sea excomulgado"
Canon I sobre la Justificación del Concilio de Trento.

Lie to me. Miénteme.


Un día, este verano, entre tanque y tanque de cerveza, en ese especialísimo lugar de reunión que es el Togo II, don Jesús López (viva Santo Ángel) me recomendó la primera temporada de Lie to me. Todo el mundo miente porque todo es mentira. Cuando esté con fuerzas existenciales, juntaré unas letras como Bill Clinton manda. Por supuesto. Y todo lo demás.

¿Un jueves cualquiera?


Esta tarde, después de diecitantas horas de aguantar chorradas, sólo me he quedado con las palabras reflexivas de los compañeros. Da gusto tener compañeros como Inma, como Elena, como Javier, como Marien con los que decir disparates y que no te manden a la mierda. Escribo este, después del sexto gintonic de hoy, y con el ánima tranquila por tener amigos como Zoilo y Maica con los que tener el privilegio de sentarme y hablar más de la cuenta. Perdonadme por hablar tanto, que debo escucharos más. Después de pasar por el cinema, por el Emigrante, por el Italia, por el Gran Bar, da gusto llegar al Zalacaín, sin tanto ruido, tranquilo, y poder hablar, de lo que sea. Hemos perdido, siempre perdemos, pero más vale ser un perdedor con orgullo que un gilipollas con chalé. Digo yo. No hace falta tanto, cuánto menos tienes yo creo que disfrutas más. Lástima de la primera mitad de los 2000 que he desperdiciado. Puta antesala, ¿no?

Y sólo podemos esperar que el ángel sea condesciente, que nos mire a los iris obtusos y vea ángulos rectos en mitad de la nada. Ángeles perdidos en la bienvenida de toda la mentira. Porque todo es mentira, que no se nos olvide. Y punto.

Zoilo, es que José Ignacio Lapido es el rey del medio tiempo. Nadie es capaz de escribir así y hacer un tema de esta manera.

jueves, 8 de octubre de 2009

Socorrismo.


De vez en cuando, entre resaca y resaca, entre gintonic y gintonic, sopla una brisa que hace levantar el alma de cualquier difunto. Eso pasa al leer Socorrismo, el experimento literario de Antonio Luque en sus dos relatos, La Mina y Socorrismo. El sarcasmo hecho prosa cotidiana, la vida hecha la fiesta del pueblo. Esos momentos de la existencia se pueden reflejar de muchas maneras; incluso, también, en espejos. Lo que hace Antonio Luque es girar la tortilla y ponerla en la sartén, poniendo una dosis extra de aceite, sal y pimienta.

Pequeña joya que no hace reir pero que te reconcilia entre una vida que es una sucesión de martillazos y atascos, de barras de bar y servilletas que ya no son de tela. Porque no nos engañemos: hay hechos de la vida cotidiana que no queremos reconocer, ni la borrachera del día, ni las exigencias del trabajo, ni el gorroneo del sindicalista, ni la paranoia del proletariado. Todo es un chiste, pero no todo el mundo sabe contarlo. Todo es un chiste, pero no todo el mundo sabe contarlo (¿ah, es que lo había escrito ya?). El ocio malentendido, la calidad humana, las aventuras inevitables, el oro ansiado, el veneno del día, la explotación perenne, el café del tiempo, el guiri en su salsa, el Gobernador abreviado, el tongo futbolero, el puñetazo sonoro y la alegría cadavérica. Y todo lo demás.

Olvidando lo obvio.


Quizás sea bueno olvidar lo obvio. Es verdad, lo cantan Sidecars, "no existe la solución". Para esta mierda de mundo, no hay solución. Lo de mirar atrás es una putada con jodiendas al vertedero, una bolsa negra de basura que tiene un hueco para ti. Aunque no pienso que sea fácil pedir perdón. Nunca es sencillo. Nunca. Y el altar da miedo. Y decir que no. No. No. No. Ojalá fuera fácil decir que no. Es lo más difícil. Siempre se puede decir que si. Pero el puto no es casi imposible. Decir no es una prisión un sábado por la noche cuando sólo piensas en moverte en posición horizontal. Y punto.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Una de mis cinco canciones principales.


El otro día, con el hombre de la camisa verde, tuve una conversación de esas en plan demaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasiado sincero. El cabrón, si no estuviera trastornado por toda la mierda que se ha metido, que se mete y se meterá, tiene cosas que te hacen pensar. Y el otro día iba especialmente sereno. Y empezamos a hablar, de noches enteras escuchando a Juan Antonio Cebrián, escuchando a la hoy mediática Luján Argüelles, de la Rosa de los Vientos y de Turno de Noche. Porque Turno de Noche era espectacular. A mi toda esa porquería de los ovnis me la suda un montón, pero siempre hay gente que se lo cree (igual que yo creo en el baloncesto, y llevo veintitantos años viendo partidos de madrugada). En fin. Que se nos calentó la boca, y empezamos a hablar de la época más heroica y real, y, sobre todo, productiva, que ha dado la música: los años sesenta's del siglo XX. Y hablamos de Brian Jones y de los Stones. Y de todo lo demás.

¿Conocido tarde?


Y, encima es navidad. Demasiadas horas, demasiados segundos. Y, de los minutos, mejor no hablo. Y todo lo demás. Demasiado sincero, creo. Y punto.

True Blood. Segunda Temporada.


Por fin he terminado de ver la segunda temporada de True Blood. Vuelven a crear seres insospechados, mutantes que cambian para que tú imagines cosas aún más raras. Sookie vuelve a iluminar al personal, aunque a veces esas voces que escucha tengan efectos insospechados. En esa toca reflexionar sobre el poder de las sectas, de los encantamientos y de la seducción por la magia. No siempre es fácil meterte en esa situación de encantamiento, la verdad. No es fácil creer que un tipo pueda convertirse en mosca o en ciervo o en perro. Tampoco. Pero eso es la ficción. Si yo siempre pongo en los altares a Tarantino es por algo, pero no voy por la calle en plan psicópata, creo yo. No se pueden mezclar los conceptos. Una cosa es una cosa, y veinticinco un cuarto de cien. Pero la efectividad de esta segunda temporada es la velocidad con que se van sucediendo los hechos, las repercusiones que tienen los acontecimientos, la causalidad que realmente tiene cada uno de los sucesos. Porque no nos engañemos, las dos temporadas de True Blood es una continuación de sucesos que ni en El Caso. Es una guerra eterna, aunque a veces es difícil posicionarse en el bando de los malos o en el de los enemigos, porque ya no existe el de los buenos. Se puede perder por poco o por paliza, pero, desde que naces, sabes que vas a perder. Siempre pierdes, aunque pienses que estás en el podio, con tu anillo en el dedo, con ese restaurante cerrado para ti por tus hazañas en Nueva Inglaterra, en Vermont o donde sea. Doce capítulos para recordar. Y punto.

martes, 6 de octubre de 2009

¡Superguay!


Hoy no toca hablar de brotes verdes, ni de botellas azules (esas sólo hay que bebérselas), ni de los delicuentes de tu clase de ese nivel educativo tan alto. Francamente dictadorial, que dirían los seguidores del régimen extinto. En fin, que el señor Fernández Ordóñez ha dado otra muestra de su sinceridad. Y puestos a sincerarse (lo del palo del IRPF va a ser de traca), nos debemos sincerar: está la cosa bastante mal, jodida tirada a cirrosis sin solución. España está pajiza, y las heces están como siempre. Pues eso, que la teta no da para mucho más, por mucho que estiremos. Y puesto a estirar, toca mamar del codo de la muñeca. Pero el codo, por lo menos, no tiene pelo. Pues eso, a gastar se ha dicho.

Quid Pro Quo.


Vaya manera de desaparovechar a Vera Farmiga. Que sí. No entiendo como esta mujer no está haciendo un peliculón día sí y día también. Algo no funciona correctamente en la Historia del Cine, pero no nos vamos a poner ahora a cambiar lo que no hay Polansky que lo cambie (otro día que encuentre alguna neurona intentaré juntar cinco líneas sobre Roman). The end. A lo que iba. Planteamiento de Quid Pro Quo, algo rarito, en plan Crash o algo así. Unos tipos que quieren ser pilotos de sillas de ruedas, gente obsesionada con las prótesis, incomprendidos sociales. Para un martes de cansancio, no está mal. En fin, que gente rara hay en todas partes. El problema es que se están multiplicando, en un curioso fenómeno de ósmosis gilipóllica. Que si joder. No entiendo el papel de Vera Farmiga, pero entonces el raro seré yo. Fin en español. O como sea. Y todo lo demás. Lástima de tiempo desperdiciado. Todo se acaba, hasta la cubierta de las sillas de ruedas. Y punto.

lunes, 5 de octubre de 2009

Flashforward. Capítulo 1.


Era lo último que pensaba hacer hoy después de salir de la residencia catastral a las siete y media de la mañana y llegar a las 10 y 21 de la noche. Pongo AXN y veo que quedaban 4 minutos y cuarenta y cinco segundos para que empezara el primer capítulo de Flashforward, aunque a mesa puesta todo es más fácil. Me he quedado fascinado con la primera media hora y los últimos cinco minutos de la serie. Espectaculares. De traca, grandiosos. Si no los habéis visto, estais a tiempo. O mañana en Cuatro, también. Comienzo grandioso. Supongo que el resto de capítulos no pueda igualar lo inigualable. El Milan sólo le ganó una vez al Real Madrid por 5 a 0. Y al Barça por cuatro a cero. Los milagros, en el Benidorm de los enfermos (el nombre lo pones tú). Premisa grandiosa: todo el mundo pierde el conocimiento durante dos minutos y diecisiete segundos a la vez. Y, encima, ve asuntos del futuro: un mal sueño (podríamos pensar si quisiéramos pensar, que no debemos, que pensar siempre te mete en líos). Y el futuro siempre cambia el presente, y si no que se lo pregunten a Michael J. Fox. Y los detalles: los accidentes, las persecuciones, los anuncios de los autobuses, las notas en los tablones, la mesa de operaciones, la pistola, el móvil en el muelle, el camión de gasolina, los desmayos, el sofá de la perversión. Y todo lo demás. Baltimore, Detroit. Ciudades grandes que al final te meten en problemas. No me lo esperaba. Dicen que está a la estela de Perdidos. Tendré que acabar las cuentas pendientes que tengo, y ponerme a darle hilo a la cometa. No os la perdáis, please, que esto no tiene nombre. Bueno, sí, Flashforward. Y es espectacular, y encima termina en de. Y todo lo que termina en de tiene sus momentos. Y punto.

208.

Por 0,543€, dígame alimentos que hagan que el estómago vaya creciendo... hasta que pueda llegar a lo inalcanzable. Inalcanzable.

domingo, 4 de octubre de 2009

Rodolfo Langostino nos salvará.


¿Para qué vale el Ministerio de Defensa en España? Si se habla de igualdad, ¿por qué no decir Ministeria? Que grande don Arturo.

Las botas de Enrique Morente.


Anoche estuve viendo al maestro Enrique Morente. Si existiera justicia en este país, y no me refiero a Garzón, ni a Grande-Marlaska, Morente estaría en los altares de nuestra cultura musical. Te puede pasar como a mí. No tengo ni idea de flamenco. Pero el flamenco emociona. Una primera parte espectacular, acompañado por el nieto de Juan el Habichuela a la guitarra y por 4 secuaces a las voces (entre ellos el maestro Carbonell y Enrique Morente Jr.). Grande, momentos espectaculares, historias de siempre y de cada día.

Del Omega, ese disco que tras 13 tacos sigue siendo una referencia en las mañanas de resaca, no hay nada que decir, porque decir algo es un insulto. Hay que escucharlo una vez, y otra, y otra vez más, y otra, y otra, y todas las que hagan falta. El Omega de Enrique Morente y Lagartija Nick abre una dimensión en un infierno sin esperanza. De traca. Grande Morente. Siempre Grande. Siempre hay que encontrar el camino.

sábado, 3 de octubre de 2009

I don't understand.


Villanueva no sabe inglés. Qué grande es Ramón Trecet. Este país no cambia. Bocata de chopped envuelto en Albal, como siempre. Es como creer el azul es un invento del blanco y el negro. Que no.

viernes, 2 de octubre de 2009

Se acerca la paga extra.

"¿Hemos, pues, explicado, la causa de que los buenos sean inútiles?". Esta frase es del libro sexto de la República de Platón. Una buena preguna, socrática, por supuesto. Y mañana más en el Videodrome de Radio Nacional. Y que siga sonando la música. Qué grande el Videodrome. Y todo lo demás. ¿Y quién no quiere ser como Beckham?

Videodrome: La caverna (03 Octubre 2009)

25 kilates.


Ayer, antes de regar las entrañas con ex-alumnos y ex-compañeros, pude ver 25 kilates, una peli de esas en las que los retos están presentes en cada uno de los mintutos. Da gusto, de muy tarde en muy tarde, encontrarte con el cine hecho imaginación (no hacen falta millonadas para usar las neuronas como Dios manda). Que sí, de verdad. La sencillez puede ser una virtud. O quizás deba ser. Los prepotentes, los corazones que se creen motores del mundo, han de ser desterrados. La vida es muy perra, pero tiene sus momentos. Y hay que aprovecharlos, mirar, observar y ganar. Porque, aunque pierdas muchas cosas, alguna vez se puede ganar. O creer que ganas (y eso puede valer). Pues eso, que suene la música de los 25 kilates. Y sumando kilates. Y punto.

¿Cobrar?


¿Cobrar? Venga hombre, eso ya no se lleva. Hay que trabajar por vocación. El dinero no importa, de verdad. Sigue haciendo un puto sol del carajo. Y todo lo demás. Que yo este mes tampoco he cobrado. Tranquilidad, mucha tranquilidad. Y punto.

jueves, 1 de octubre de 2009

Don Importante ha vuelto a las ondas.


¿Pero eran ondas P o eran ondas S? Ya no me acuerdo. Tanto esfuerzo por parte de la profesora cabrona de la berruga para que ahora se me olvide. Tengo que enterarme y ver si está muerta (hubo gente que tuvo que hacer la mili porque la cabrona los miraba mal, la muy hija de perra), y si lo está, lo celebraremos [Antonio, Rubén, Jorge y compañía, lo tenemos pendiente]. Que la jodan, pues. A lo que iba (que el iva que sube es el otro, por este no ozp cobro nada, ni doña Elena tampoco). Que mañana, viernes, don Importante vuelve a las ondas. Para los que esteis por el reino valcarcil (vulgo Murcia y Cartagena) podéis escucharlo a partir de las 3 de la tarde por el 96.8 de fm en la capital del reino y por el 99.1 de fm en el territorio cartaginense. ¿Sonará la canción de marras? Le han puesto el nombre de Café de olla (¿teniendo ginebra para qué tomar café?). Pues eso. Que suene la música.